martes, 29 de septiembre de 2015

El fascinante enigma de las calaveras de cristal



Cráneo del Destino
El "Cráneo del Destino" es el nombre de una de las calaveras de cristal más famosas entre las que se han encontrado en diversos puntos del continente americano. Fue hallado en el año 1927 por Fredrik A. Mitchell-Hedges. 

Se trata de un llamativo objeto de cristal que pesa un poco más de 5 Kg., y que tiene la particularidad -aparte de poseer una extraordinaria terminación- de que su mandíbula está separada y articulada.
En 1924 llegaba a la selva tropical de Belice (Honduras Británicas), en América Central, el polifacético explorador inglés Frederick A. Mitchell. Hedges, acompañado de su hija adoptiva Anna, de su secretaria Jane Houlson, el médico y experto en cultura maya doctor Thomas Gann, el representante del Museo Británico capitán Joyce y la financiera de la expedición Richmond Brown. 


Frederick Mitchell-Hedges
Frederick Mitchell-Hedges era toda una celebridad en los años veinte. Aventurero ambicioso e inteligente, permaneció durante años en diferentes lugares de Norteamérica y Sudamérica, desempeñando los más variados oficios, desde cow-boy a jugador profesional, pasando por revolucionario a las órdenes de Pancho Villa y arqueólogo. Frecuentó los ambientes más contradictorios, desde locales de exploradores hasta clubes de millonarios.

Al poco tiempo de llegar a la zona conocida como Punta Gorda, el explorador inglés comenzó sus excavaciones, en plena selva, en busca de ruinas mayas. Tras luchar contra las inclemencias de la jungla y del clima tropical, y después de varios meses de trabajo infatigable con la ayuda de empleados nativos, Mitchell-Hedges descubrió una gran plaza de piedra, varias pirámides, casas y cámaras subterráneas pertenecientes a un complejo arquitectónico que bautizaró con el nombre de Lubaantun (que significa algo así como "Ciudad de las Piedras Caídas"). Despejar el lugar de vegetación llevó varios meses.

El descubrimiento entusiasmó a Mitchell-Hedges, quien estaba convencido de que aquella ciudad había pertenecido a la legendaria Atlántida, lo que lo motivó para continuar las excavaciones durante siete años más.

Por aquel entonces, su hija adoptiva, la pequeña Anna, era apenas una adolescente inquieta, y el día de su cumpleaños número diecisiete se produjo el gran descubrimiento: "Durante días veíamos algo entre las piedras al recibir los reflejos del sol -recuerda ahora Anna Mitchell-Hedges- y no descansamos hasta hacer accesible aquel lugar. Fui yo quién lo rescató, porque mis manos eran más pequeñas que las de los demás, y se lo enseñé a mi padre. Él se resistía a creer en el descubrimiento de aquel cráneo de cristal..."

El "Cráneo del Destino" es una calavera de cristal de roca a tamaño natural, de cinco kilos de peso, esculpida en una sola pieza. La perfección absoluta de su tallado y su incólume pulido, la exactitud de sus detalles y su mandíbula articulada la convierten en una réplica exacta de un cráneo humano, pero el origen de su fabricación, al parecer hace siglos, es un auténtico misterio. 

Como la hija del explorador cumplía años el día del descubrimiento, el cráneo de cristal terminó siendo un regalo para ella. Anna Mitchell-Hedges es su dueña actual y es quien viaja para exponerla y hacerla estudiar. La perfección técnica en el diseño y elaboración de esta calavera ha fascinado a una verdadera legión de investigadores de numerosas disciplinas. Personas de distintas corrientes esotéricas le atribuyen poderes sobrenaturales y la han rodeado de un aura de magia y leyenda, lo cual ha causado una impresionante multiplicación de las calaveras de cristal que aparecen en manos de personas de todo el mundo.


La fabricación del "Cráneo del Destino" por artesanos mayas está rodeada de todo tipo de dudas y afirmaciones de que es una imposibilidad técnica. Realizado en cristal de cuarzo, este cráneo alcanza una dureza en la escala de Mohs de 7 sobre un máximo de 10, lo que significa que sólo pudo ser cortado y pulido con esa precisión con herramientas muy duras, como el corindón (rubí) o el diamante. 
Ha sido sometido a diferentes análisis, pero quizás el más conocido de todos ellos fue el realizado a principios de los años 70 por la compañía estadounidense Hewlett-Packard. Los resultados de esta investigación desconcertaron a la comunidad científica. Sus conclusiones eran rotundas: el tallado de ese cráneo debió llevar al menos 300 años de trabajo manual. Es el único modo de cortar y pulir ese objeto con las herramientas que disponían los mayas. No se halló ni una sola prueba que pudiera confirmar la utilización de elementos metálicos en el proceso de tallado del cráneo y es muy difícil establecer una fecha para su construcción, que tal vez rondaría entre el año 1.400 y 1.300 de nuestra era. 

Sin embargo, los indígenas que acompañaron a Mitchell-Hedges en Lubaantum (lugar de las piedras caídas) y siempre según sus propias palabras, aseguraron que el "Cráneo del Destino" tenía más de 3.600 años de antigüedad.

Pero esta calavera no es la única que anda dando vueltas por el mundo. Hay un verdadero ejército de ellas y, aunque cueste creerlo, hasta se ha encontrado un esqueleto completo tallado en piedra.

Fabricada con cristal puro de cuarzo, tanto la mandíbula como el cráneo provienen de la misma roca. Exceptuando pequeñas anomalías, es anatómicamente perfecta, posiblemente la representación de un cráneo femenino debido a su pequeño tamaño, 12,7 cm. de altura, mientras que su peso es de 5 kg. 

Calavera Mictlantccuhtli en Paris
Tantos los prismas ubicados en la base, como las lentes pulidas a mano de los ojos, se combinan para producir un brillo muy intenso. El cráneo, perfectamente tallado en cristal de roca, presenta un alto grado de dureza (siete sobre diez, en la escala de Mohs), de lo que se deduce que sólo mediante fundición del mineral y utilizando un molde, el tallado con otras piedras preciosas de igual o superior dureza (como el diamante) o un láser podría obtenerse algo parecido. Pero los mayas no poseían la suficiente capacidad técnica como para enfrentarse a semejante empresa. 
Fue el explorador británico F.A. Mitchell-Hedges quien afirmó que fue desenterrada por su hija, Anna, en 1924, durante una expedición realizada en las ruinas mayas de Lubaantum, Belize, mientras buscaban huellas de la Atlántida, en uno de los templos, tras mover unas grandes piedras que cubrían un altar. 

En 1970 la familia Mitchell-Hedges entregó el cráneo a los laboratorios de Hewlett Packard para su estudio, en los cuales pudo comprobarse que el cristal fue tallado en contra del eje natural del cristal, a pesar de que los modernos escultores no lo harían, porque esto provocaría la rotura de la pieza de cuarzo, ni siquiera utilizando la tecnología láser, ya que tendría idénticos resultados sobre el cristal. Otro de los hallazgos sorprendentes consistió en que no hallaron evidencia ni rastros de que se hayan utilizado herramientas metálicas. La calavera fue hecha de pura roca cristalina en un proceso de construcción que, generación tras generación, abarcó entre 150 y 300 años. Y dice que durante todos los días de muchas vidas los mayas rasparon la pieza cristalina original con arena. 

Calavera expuesta en Londres
Unos 12 años después, sería el British Museum quien entró en posesión de esta calavera. La llegada de la calavera al British Museum, coincidió con una serie de extraños acontecimientos. A parte las afirmaciones, antes escasamente probadas, de repentinos desplazamientos de objetos o repentinas invasiones de perfumes diferentes e inexplicables, fue el personal de limpieza del museo en las horas nocturnas, quienes alimentaron las creencias que atribuyen a la calavera poderes ocultos. Finalmente consiguieron que la calavera fuera cubierta por un pesado paño durante las horas nocturnas. 

El antropólogo Morant realizó un estudio comparativo de ambas calaveras, llegando a conclusiones que no son compartidas por otros estudiosos. Morant dejó constancia de que ambas eran similares en muchos detalles anatómicos, llegando a afirmar que, por su forma, ambas habían sido modeladas sobre la calavera de una mujer, que eran representaciones de un mismo cráneo y que la una era copia de la otra, siendo la de Mitchell-Hedges la primera. 

  
En el 1950, la calavera del British Museum fue examinada de nuevo y de tal examen se descubrió qué la calavera tenía su origen en México, que se remontaba 1400 - 1500 d.C. y qué el material fue cuarzo brasileño. 

Una tercera calavera de cristal expuesto al Musèe de El Homme de París, idéntica en el estilo a los otras dos pero de dimensiones menores, puede proveer informaciones particularmente interesantes. Los expertos del Museo afirman que hizo parte de un "cetro mágico" azteca del siglo XIII o XIV d.C., y que fue usado para alejar a las serpientes y prever el futuro. Tiene un agujero que la atraviesa de arriba a abajo (supuestamente hecho por un grupo cristiano para colocar en ella una cruz) y el estilo, la forma y el corte son similares a otras calaveras descubiertas en diversas ruinas de México. 
  
Calavera Lazuli

Un Misterio sin Resolver 

Existen incontables hipótesis acerca del origen real de las calaveras, llegando algunos a pensar que puedan ser el legado de inteligencias superiores o extraterrestres. La respuesta más obvia sería que los nativos de Centroamérica, aztecas y mayas, las tallaron por sí mismos, pero esta hipótesis no explica la los medios con que fueron creadas, ya que ninguna de esta culturas, por lo menos hasta donde sabemos, poseían la tecnología o el conocimiento necesarios para completar esta labor, a menos que realmente empleasen la técnica de fricción con arena, pero eso sería extremadamente pesado y costoso y como ya explicamos precisaría el trabajo de vidas enteras dedicadas a tan ardua labor ya que por este método se tardarían entre 150 y 300 años en conseguir tal perfección. 

A las abundantes anécdotas y creencias surgidas alrededor de estas raras piezas, y a las originarias atribuciones de poderes utilizados en los rituales en los que, presumiblemente, fueron usadas, son sumadas muchos otras que van desde el ocultismo, lo paranormal y la ufología. 

El misterio de las calaveras es enriquecido también por una leyenda que se remontaría a los mayas. Tal leyenda cuenta que en el mundo existen 13 calaveras de cristal a tamaño natural, y cuando todas sean redescubiertas y asociadas, les transmitirán a los hombres todo su conocimiento. La leyenda, en cambio, nos advierte que eso ocurrirá solamente cuando los hombres sean íntegros moralmente. Esta leyenda que se transmite como una tradición oral, ha contribuido al nacimiento de un mito, aquel de las calaveras malditas. Todo eso, además, no es inmune al atractivo que los mayas suscitan como pueblo. 

Hasta ahora se han descubierto varios cráneos en distintos lugares del mundo, estas son algunas: 

SKULL OF DOOM
- SKULL OF DOOM: Descubierta en 1927 por Mitchell-Hedges en las ruinas mayas de Lubaantum, Belize, mientras buscaban una posible conexión con ruinas de la Atlántida. Según su relato, después de su descubrimiento se sucedieron varios fenómenos sobrenaturales. Los 300 indianos que trabajaron con ella en las excavaciones se arrodillaron y besaron el terreno cuando el objeto fue llevado a la luz. Anna relata que los nativos mayas de la zona la reconocieron al instante como representación del dios de sus antepasados y oraron ante ella. 

Mayan 
- MAYAN: Esta calavera está tallada en cuarzo. Tiene 20,48 cm de largo, 12,54 cm de ancho, 10,79 cm de alto y pesa 3,95 kg. Pertenece a un supuesto "Monje maya". Dicen que fue descubierta en San Augustine, Aczahuanthan, Departmento De Zacopa, Guatemala, en 1912 por un tal Héctor Montano. 

Calavera ET
- Calavera ET: Descubierta en 1906 en Guatemala. Es de cuarzo ahumado. Se caracteriza por la forma puntiaguda del cráneo y mandíbula pronunciada. Tiene cierto aire no humano. En la actualidad pertenece a un coleccionista Norteamericano. 

- Calavera expuesta en París: Esta calavera está tallada en cuarzo. Probablemente pertenece a la cultura Azteca del siglo XV. Representa a Mictlantccuhtli, el "Dios de la Muerte". Tiene un conducto cavado en forma vertical, por lo cual se supone que se llevaba en el extremo de un bastón. Pertenece al Musèe de El Homme en París, Francia. 

- Calavera expuesta en Londres: Esta calavera de cristal pertenece al Museum of Mankind, del British Museum en Londres. El museo lo compró en Tiffany's de Nueva York en 1898 por 120 libras. Se considera gemela de la de Mitchell-Hedges, salvo por un detalle. La calavera de Mitchell-Hedges, en efecto, tiene la mandíbula articulada 


Calavera Sha-na-ra
Calavera La Compasión
- Calavera SHA-NA-RA - Encontrada en México en 1995 , al parecer se usó técnicas psiquicas de arqueología para localizarla.

- Calavera LAZULI. Tallada en lapislázuli. Descubierta en 1995 al norte del Perú por indigenas incas.

- Calavera SHA-NA-RA - Encontrada en México en 1995 , al parecer se usó técnicas psiquicas de arqueología para localizarla.

- Calavera La Compasión. Es un descubrimiento del momento Maya Shaman.


Calavera Jesuita
El misterio de las calaveras es enriquecido también por una leyenda que se remontaría a los mayas. 


Tal leyenda cuenta que en el mundo existen 13 calaveras de cristal de tamaño natural, y cuando todas sean descubiertas, transmitirán a los hombres todo su conocimiento. (De aquí la película de Idiana Jones y el Templo de la calavera de cristal).


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