jueves, 19 de noviembre de 2015

La tierra de los Gigantes


Los Nephilim  Gigantes en la Tierra 

La primera mención de la existencia de gigantes o “seres distintos” en la Tierra aparece en la Biblia, en el Viejo Testamento. En el Génesis 6, versículos 1 y 2, podemos leer: 

“cuando los hombres se habían multiplicado sobre la Tierra y habían procreado hijas, viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, escogieron de entre ellas por mujeres a las que quisieron”. 

Los Nephilim (en hebreo gigantes) según se recoge en el Génesis 6, 4, existían en la Tierra por aquel tiempo:

“Por entonces y también en épocas posteriores, cuando los hijos de Dios cohabitaban con las hijas de los hombres y éstas tuvieron hijos, aparecieron en la Tierra los gigantes. Éstos son los esforzados varones de los tiempos primeros, los héroes famosos”. 

Según Zecharia Sitchin, autor de El Duodécimo Planeta, nephilim significa literalmente “aquéllos que bajaron de los cielos a la tierra”.

“Los traductores de la Biblia –explica Sitchin- supusieron que Nephilim significaba gigantes porque en otras partes se menciona que éstos eran también conocidos como Anakim, a la vez que el cuento sobre el gigante Goliat se afirma que él era descendiente de Anak; de aquí la conclusión: si Anak era un gigante, entonces los Nephilim que también eran Anakim, deberían ser gigantes”.

Es muy interesante el reunir información que nos permita dilucidar o por lo menos intentar aclarar ciertos tópicos, que a lo largo del tiempo y de varias generaciones, solo se quedaron en mitos, cuentos o simplemente leyendas; como en otros artículos anteriores he intentado recolectar varios tipos de información, algunos solo se quedan en especulaciones, pero la intención es que usted sea el protagonista de sus ideas y criterios como siempre, aquí la exposición de los datos.

La figura del gigante se presenta en casi todas las culturas y sus leyendas. Las podemos encontrar en múltiples relatos mitológicos del viejo mundo: griegos, nórdicos, germánicos, hindúes, indoeuropeos, y también en el nuevo mundo como en las tradiciones de los mayas, de los aztecas y de los incas; así como en casi todos los libros sagrados de la antigüedad: el Lebhar Gabhale (libro de las invasiones) irlandés, el Ramayana hindú y hasta en la Biblia.

La búsqueda de la verdad nos lleva hasta tiempos remotos, donde las antiguas leyendas tradicionales dibujaban estos seres divinos y heroicos como auténticos.

Durante los años setenta aparecieron numerosas obras de investigación por los enigmas del pasado.

Uno de aquellos trabajos se titulaba Los gigantes y su origen. El autor era el reputado escritor francés Louis Charpentier, quien citaba tradiciones, mitos y leyendas sobre los que sostenía la existencia de una raza de gigantes que pobló la Tierra en el pasado y cuyo legado quedó reflejado en megalitos y construcciones ciclópeas.


El poco ortodoxo arqueólogo David H. Childress reproduce en sus trabajos informaciones sobre los presuntos restos de gigantes norteamericanos localizados durante excavaciones. Algunos de estos casos tuvieron cierta relevancia mediática tiempo atrás: “Hacia 1850 se excavaron diversas colinas del Medio Oeste y en muchos casos se encontraron esqueletos de personas que tenían mucho más de dos metros de altura, y muchos presentaban dobles hileras de dientes, así como seis dedos en cada mano y cada pie”.


Hubo más informaciones similares, como la divulgada el 5 de agosto de 1947 en el diario The Nevada Citizen por el periodista Jim F. Marrs: “De aquellos misteriosos gigantes sólo quedan viejas fotografías y algún que otro recorte de prensa. En aquella época, la arqueología hacía furor. Todo el mundo que tuviese una pala, quería llevar a cabo descubrimientos. Pero lo más interesante es que estos huesos y fósiles de gigantes también se encontraron en Grecia, en Italia, en Oriente Medio, además de en Estados Unidos, y aunque se descartan unos cuantos por tratarse de errores o engaños, aún queda una gran cantidad de pruebas que demostraría que, hace mucho tiempo, en la Tierra había gigantes”.
Hasta el The New York Times se hizo eco en su momento de descubrimientos de este género… Prosiguiendo con estos hipotéticos testimonios, nos encontramos con que en 1912 se encontraron extraños objetos durante unas excavaciones en el Estado de Nevada. Entre ellos, unos gigantes pelirrojos momificados.

La noticia vio la luz años más tarde, y aunque corrió de boca en boca sorprendiendo a todo el mundo, los indios Payute no se extrañaron en absoluto. Y es que en sus tradiciones se habla de unos gigantes de pelo rojo, supuestamente caníbales y que vivían alrededor del lago y en esta cueva: “…Aquella tribu se comía a los muertos. Perseguían a mi pueblo y mi pueblo fue a recoger madera para tapiar la entrada de la cueva”.
Investigaciones efectuadas por genetistas han concluido que las sagas y narraciones tradicionales de muchos pueblos y culturas, en las que se citan la existencia de gigantes, poseían un trasfondo de realidad. Los escasos conocimientos científicos que poseían aquellas gentes no les permitían saber el porqué de dicha anormalidad; por ello estos seres pasaron al mundo de la mitología y al de la leyenda.


Gigantes extraterrestres 
Algunas hipótesis sugieren que estos seres llegaron del espacio exterior desde un mundo que probablemente se encontraba en vías de extinción. Su emigración pudo ser ocasionada por condiciones de vida intolerable, propia de un planeta moribundo, tal vez destinado a sufrir una catástrofe cuyos moradores no podían evitar. Es posible que se vieran obligados a vivir casi permanentemente bajo tierra. Esta podría ser la razón por la cual les resultara tan fácil no sólo perforar nuestro subsuelo hasta profundidades increíbles sino también taladrar piedra, ensamblarla y encuadrarla con una perfección jamás igualada, ni siquiera por todo el arsenal de máquinas de nuestra técnica contemporánea. También es necesario expresar la facilidad con que manejaban pesos de millones de kilos, factor que trasciende a través de todas las grandes obras pétreas que se conocen en la Tierra y que a menudo muy a la ligera, conferimos su construcción a nuestras primitivas razas.

Una prueba indescartable de lo erróneo de esta presunción, estriba en el hecho de que la mayoría de estas obras no fueron terminadas y no puede subsistir duda alguna de que si hubieran sido construidas por nuestros antepasados estarían finalizadas. Así, tanto en las milenarias obras de Baalbeck, Isla de Pascua, Pirámides Mexicanas y otras, éstas quedaron truncas y jamás han sido concluidas, lo que demuestra palpablemente que una vez los verdaderos constructores alejados o “exterminados” de la superficie de la Tierra, nuestros antepasados se vieron incapaces con su primitiva técnica de llevarlo a buen término y en consecuencia quedaron tal cual nosotros las hemos conocido siempre con el enigma que se encierra en su in conclusión.

La elevada estatura de estos seres pudo ser debida, a raíz de que en su origen habitaran uno o varios mundos cuya fuerza de gravedad fuera bastante inferior a la de la Tierra. Algunos estudiosos del tema se aventuran a sugerir la posibilidad de que estos planetas gravitaran en el espacio entre Marte y Júpiter, donde actualmente existe un vasto cinturón de asteroides que la misma ciencia admite que puede tratarse de los restos de antiguas masas planetarias, que hicieron explosión.

Siguiendo el curso de nuestras hipótesis, parecería probable que los gigantes emigraran de sus mundos antes de que ocurriera la catástrofe, tanto si ésta fue de carácter natural -cosa que parece poco probable- como si fue de índole artificial.

La lógica parecería demostrar que estos gigantes ya debían conocer nuestro planeta y que una vez llegados se instalaron como amos y señores, tardando poco en imponerse como “dioses” sobre nuestras razas gracias al gran adelanto técnico-científico que poseían.
Algunos deducen que el predominio de estos gigantes sobre nuestras razas debió durar poco debido a la mayor gravedad nuestro planeta a la que ellos no estaban acostumbrados. Siendo esta una de las causas de su degeneración y extinción concluyen especulando, que, los pocos sobrevivientes que quedaron, para remediar este inconveniente, se ocultaron en cavernas subterráneas a gran profundidad bajo tierra, donde la gravedad no era tan poderosa.

Una de las bases que sustenta esta teoría referente a la exterminación de los gigantes, consiste en las obras pétreas sin terminar, determinan por sí solas que no se trato de una decadencia racial, ya que esta se hubiera consumado progresivamente a través de los siglos y estas obras pétreas dan fe de un abandono total e instantáneo. Por ejemplo, una de las monumentales estatuas de la Isla de Pascua yace aún en su cantera a medio terminar, con un peso que debe ser espantoso. Tampoco las Pirámides de México fueron concluidas y en Baalbeck, la piedra más grande de aquel “titanesco conjunto” de los templos, yace aun aguardando en la cantera, encuadrada, terminada y lista para ser conducida al lugar que se le asignó de antemano, pero desde entonces jamás ha sido trasladada probablemente por falta de medios para acarrearla. De todos estos sucesos, solo puede deducirse que existió “una alarma súbita”, una catástrofe sin precedentes que se abatió sobre estas razas sin que tuvieran tiempo para reaccionar y organizar una defensa en regla. La lógica nos demuestra que debió tratarse de una “exterminación en masa y desde el aire” que interesó particularmente a los gigantes, ya que fue en el caso de haberse tratado de una catástrofe general de origen natural, esta hubiera exterminado a toda cosa viviente y con mayor razón a nuestras razas que físicamente eran mucho más débiles. Este acontecimiento implica una exterminación científicamente dirigida por cerebros adelantados. Si hubo sobrevivientes, estos podrían haberse salvado internándose en profundos subterráneos, hecho del cual nos hablan muchas tradiciones. Es posible que ciertos núcleos desbaratados de estos seres subsistieran en condiciones primarias, perdida la razón o “la memoria” en diversos lugares del Medio Oriente, Centro y Norte de Europa, que como es fácil advertir en la Biblia, Jehová se encargo en varas ocasiones de completar su exterminación.
Los cadáveres de estos gigantes han sido encontrados en todas partes del mundo.


Gigantes en la Biblia

¿Quiénes eran “LOS HIJOS DE DIOS?”, según el Lic. Dawlin A. Ureña, Pastor, y miembro de la Asociación Creation Research Society): A través de nuestras investigaciones y lectura de diversos autores, nos hemos encontrado con informaciones que nos han traído luz con respecto a algunos detalles no muy bien clarificados en el texto bíblico específico donde se encuentran mencionados, sino que en un proceso de colocación de datos y piezas juntas a través de diversos libros de la Biblia, uno puede llegar a entender los detalles y pormenores de un suceso u otro.

En el preciso instante en que el hombre desobedeció a Dios, el hombre le concedió su deseo y potestad a Satanás sobre este mundo. (Ver Génesis 1:28, donde el dominio sobre el mundo le es dado al hombre, y luego contrastar con Lucas 4:5, donde evidentemente el Diablo es ahora el que posee el dominio). El objetivo de Satanás es destruir y pervertir el Plan Eterno de Dios para el hombre. (Ver Juan 10:10). Por tanto, podemos decir que el objetivo principal de Satanás es la “contaminación de la vida del hombre”. (Ver Génesis 6:1-4-8). ¡Ahora el tema se torna sumamente interesante! 

En Génesis 6 encontramos unas declaraciones asombrosas: “Ahora bien, la población de la tierra creció sobre manera. Ese fue el tiempo cuando seres provenientes del mundo espiritual se fijaron en las hermosas mujeres de la tierra y tomaban a cualquiera de ellas que se les antojara como sus esposas…” Esta es la versión de la traducción de la Biblia parafraseada mas respetada a nivel mundial. The Living Bible. No obstante, el texto correspondiente a las versiones más comunes no difiere mucho con esta traducción ampliada. Veamos como lo traduce la Biblia Dios Habla Hoy, la cual es una muy buena versión católica: “Y cuando los hombres comenzaron a poblar la tierra y tuvieron hijos, los hijos de Dios vieron que estas mujeres eran hermosas. Entonces escogieron entre todas ellas, y se casaron con las que quisieron…” Todas las demás referencias en el Antiguo Testamento a los “hijos de Dios” son referidas a “SERES ANGÉLICOS”, incluyendo al mismo Satanás y refiriéndose a SERES CREADOS POR DIOS antes de Adán y Eva. (Ver Job 1:6; Daniel 3:25 y Job38:7) 

Nótese algo sumamente interesante. Cada vez que en la Biblia se hace referencia a algún ser angélico se le designa por su genero o su sexo. SIEMPRE SE LES MENCIONA COMO ÁNGELES – MASCULINOS – NUNCA FEMENINOS (En la Biblia se hacen 291 menciones a la aparición de ángeles. En todos los casos, se dice que eran ¡MASCULINOS! Esto explica fácilmente porqué los mismos, al ser VARONES, se vieron atraídos por las “hijas de los hombres”. 

Yo sé que esto quizás les suena un poco extraño y hasta atrevido a muchas personas. Sin embargo, acompáñenme a Judas 1:6 y 7 para que la misma Biblia se convierta en mi fuente de apoyo fidedigna:

Yo tengo en mi posesión varias otras traducciones las cueles adoptan esta misma traducción “hijos de Dios”. Lógicamente, si eran hijos de Dios debieron haber sido creados. Sin embargo, no eran hombres. Nótese que dice que cuando los hombres tuvieron hijas, ellos, los “hijos de Dios” – como quien dice, otros seres diferentes – vieron que eran hermosas y las tomaron como esposas.

“Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día; y como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos ángeles, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra su naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno” Judas 1:6-7

Lo primero que debemos considerar después de esta tajante declaración bíblica, es la forma física que tomaron los seres que resultaron de la unión de ángeles con los humanos. Debió haberse dado el resultado esperado de cierto tipo de híbridos o seres extraños; quizás, mitad ángeles, mitad hombres. Veamos que nos dice la misma Biblia y más adelante citaremos otras fuentes seculares.

En Génesis 6:4, de la Versión Reina Valera, se hace referencia a “Gigantes que había en la tierra en aquellos días…”, los cuales fueron el resultado de esta unión “en pos de vicios contra su naturaleza” (Judas 1:7). De acuerdo a traducciones más fieles y modernas del texto bíblico, Génesis 6:4 se traduce: “Los gigantes aparecieron en la tierra cuando los hijos de Dios se unieron con las hijas de los hombres para tener hijos con ellas…” Versión Dios habla hoy, Versión Biblia de las Américas, Versión Biblia de Jerusalén, Versión Latinoamericana Católica, Versión Biblia Vida, y otras. Por tanto no creemos escandaloso el decir que de la unión de ángeles y hombres, nacieron seres diferentes. NI ÁNGELES NI HOMBRES. Seres verdaderamente ÚNICOS.

Hay muchas referencias en la Biblia que describen la existencia de tribus enteras compuestas por hombres gigantes, o naciones de gigantes. 

a. Génesis 6:4 “Había gigantes en la tierra en aquellos días….”
b. Deuteronomio 2: 20: “Por tierra de gigantes fue también ella tenida. Habitaron en ella gigantes en otros tiempos…”
c. Deuteronomio 3:11 “Porque únicamente Og, rey de Basan, había quedado del resto de los gigantes…”
d. Josué 13:3; Josué 13:2; Josué 15:8; Josué 18:16 (Todos los territorios mencionados allí, eran considerados territorios de gigantes.)
e. Números 13:33 “…también vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas…”
f. 1 de Samuel 17: 4-7


Para tener una idea mas clara, aquí se relata un ejemplo de lo anteriormente mencionado:

En el Génesis 6, versículos 1 y 2, podemos leer: “cuando los hombres se habían multiplicado sobre la Tierra y habían procreado hijas, viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, escogieron de entre ellas por mujeres a las que quisieron”. Los Nephilim (en hebreo gigantes) según se recoge en el Génesis 6, 4, existían en la Tierra por aquel tiempo: “Por entonces y también en épocas posteriores, cuando los hijos de Dios cohabitaban con las hijas de los hombres y éstas tuvieron hijos, aparecieron en la Tierra los gigantes. Éstos son los esforzados varones de los tiempos primeros, los héroes famosos”.

Según Zecharia Sitchin, autor de El Duodécimo Planeta, nephilim significa literalmente “aquéllos que bajaron de los cielos a la tierra”. “Los traductores de la Biblia –explica Sitchin- supusieron que Nephilim significaba gigantes porque en otras partes se menciona que éstos eran también conocidos como Anakim, a la vez que el cuento sobre el gigante Goliat se afirma que él era descendiente de Anak; de aquí la conclusión: si Anak era un gigante, entonces los Nefilim que también eran Anakim, deberían ser gigantes”. 

Consideremos lo siguiente: Dependiendo de las dimensiones del pie cúbico (de 17.5 a 20.65 pulgadas), Goliat pudo haber medido entre 9 pies y medio y 13 pies. Otro gigante mencionado en las Escrituras es el Rey Og, quien era aun mayor que Goliat. ¡El rey Og tenía una cama de 14 pies de largo! [Deuteronomio 3:11].

La leyenda de los Anunaki

El arqueólogo Carl Baugh señala que en un pasado distante “la atmósfera terrestre propició la aparición de animales y plantas gigantes. En estas condiciones, las plantas vivirían más tiempo y serían mucho más grandes. Animales que hoy miden 2,50 o 3 metros de altura, entonces medirían entre 5 y 6.”

Los sumerios escribieron su historia en tablillas o placas de arcilla que quedaron olvidadas en un museo de Berlín. Son escasas las personas que han logrado descifrar aquel lenguaje, pero parece ser que una de las que lo han conseguido es el conocido autor Zecharia Sitchin.
En su trabajo The Cosmic Code dice textualmente lo siguiente: “Los textos y las imágenes que nos dejaron los sumerios hace unos 6.000 años muestran y hablan de un pueblo que vino del planeta que ellos llaman Nibiru, y muchas de las imágenes los presentan mucho más altos, como mínimo un tercio más que las personas normales. Eran gigantes”.

A este respecto existen sellos sumerios extremadamente interesantes. En uno de ellos vemos el Sistema Solar con el astro rey en el centro y los planetas alrededor, organización que la ciencia no incorporó hasta hace unos 500 años. Además, en dichas tablillas puede observarse el planeta Plutón, si bien no fue descubierto hasta 1930.

Y lo más increíble de todo: se representa a otro planeta –Nibiru– del cual provenían los Anunaki, los gigantes celestiales de los que hablan las tradiciones de este pueblo y que según explica el periodista Jim Marrs tomaron tierra en un lugar del valle del Tigris y el Eúfrates al que bautizaron con Iden, término que, lógicamente, nos remite mentalmente a pensar en el Edén del Génesis. Sitchin va mucho más allá en la traducción que habla de las tablillas sumerias que relatan la historia de los Anunaki.

Según explica en su controvertida exposición, estos seres “fecundaron el óvulo de un homínido primitivo y produjeron un híbrido, que más tarde se convertiría en el hombre moderno”. Lógicamente, tal exposición no ha podido ser confirmada, pero según explican las tablillas, aquellos gigantes “volvieron posteriormente para ver el resultado de su obra genética” y descubrieron que los hombres se sentían atraídos por las mujeres, un relato que recuerda mucho a lo que se dice de los Elhoim en la Biblia.

Ambos textos míticos son muy parecidos, aunque los sumerios son mucho más antiguos. No pocos piensan que los dos podrían haber estado inspirados por textos egipcios. En el fondo nos remiten a la creencia de la existencia en el pasado de seres de enorme estatura a los que se atribuía un carácter casi sagrado.

Por su parte, Robert Charroux, en El enigma de los Andes, ve a estos gigantes de la Biblia como “… seres superiores que engendraron la elite de los pueblos: Reyes, héroes e iniciados”. Su unión con las mujeres de los hombres –debían de ser bastante semejantes a la especie humana para poder acoplarse a éstas- produciría hijos más altos que los terrestres normales. Pero hemos de destacar una particularidad: algunos de los restos osteológicos pertenecientes a “gigantes” encontrados, tenían –como ya veremos posteriormente- seis dedos en cada una de sus extremidades. La Biblia también hace mención a este dato en Sam. 21, 20 y Paralipómenos 20, 6 “Hubo una batalla más en Gat, en la que se halló un hombre de alta talla que tenía seis dedos en cada mano y en cada pie, veinticuatro en todo, que descendía también de Rafa”.

Para la Biblia, la raza de los gigantes desapareció con el diluvio pero, al parecer, uno de ellos se salvó. La leyenda nos cuenta que, al no caber en el Arca de Noé, se montó a horcajadas sobre ella. El gigante era tan grande que su cama medía unos 3,90 metros de largo por 1,80 de anchura. (Deuteronomio 3, 11).

Hallazgos en el mundo

Que en el planeta habitaron gigantes lo demuestra el hallazgo de restos humanos de extraordinarias dimensiones en la India, Tíbet, China, Sudamérica, África … algunos con una edad aproximada de 45.000 años. Y no solamente huesos, sino también espadas, hachas, lanzas y otros instrumentos como picos de tal envergadura que para poder usarlos habría que tener una estatura de, por lo menos, ¡tres metros! Pero veamos algunos ejemplos.

En una gruta de Atyueca, cerca de Mangliss (en la antigua Unión Soviética), se encontraron esqueletos de hombres que medían entre 2, 80 y 3 metros. Éstos presentaban seis dedos en sus extremidades. Otros hallazgos científicamente admitidos son el gigante de Java (en el sur de China) y el gigante de China meridional. El primero con una antigüedad de medio millón de años y el segundo también con seis dedos en sus extremidades.

En Chenini (Túnez) se encontraron restos de tumbas de gigantes con esqueletos que medían más de tres metros. Transval (en Sudáfrica) es otro ejemplo similar al anterior.

Un esqueleto de fósil humano de 5, 18 metros de alto fue desenterrado en 1956 en Gargayan (Filipinas)

En Norteamérica, en el condado de Bradford (Pennsylvania) en 1880 fueron encontrados, en un túmulo sepulcral, esqueletos humanos cuyos cráneos mostraban unos cuernos de cinco centímetros, encima de los arcos ciliares. La altura promedio de los esqueletos era de aproximadamente 2,13 metros. Su antigüedad se calculó en 800 años. Algunos de estos huesos serían enviados al American Investigating Museum de Filadelfia, de donde parece que desaparecieron. Continuando en EE.UU (Glen Rose, Texas), en el lecho del río Paluxy, se hizo un gran descubrimiento paleontológico. Se pusieron al descubierto huellas gigantes de pisadas de 54, 61 cm. de largo por 13.97 cm. de ancho, mas o menos 18 pulgadas de longitud, pertenecientes a un homínido. Los geólogos concluyeron que el lecho del río correspondía a terrenos del cretácico a fines de la era mesozoica (140 millones de años). Pero lo más curioso del caso es que junto a estas huellas de homínido se descubrieron en el mismo estrato ¡huellas de dinosaurio (brontosauros), que llegan a medir 22 pulgadas, les dejo esta información, ustedes saquen sus conclusiones.

El antropólogo alemán Larsan Khol halló asimismo, en 1936, a orillas del lago Elgasi de África Central, huesos pertenecientes a individuos enormes.

Un esqueleto de fósil humano de 5, 18 metros de alto fue desenterrado en 1956 en Gargayan (Filipinas)
En Norteamérica, en el condado de Bradford (Pennsylvania) en 1880 fueron encontrados, en un túmulo sepulcral, esqueletos humanos cuyos cráneos mostraban unos cuernos de cinco centímetros, encima de los arcos ciliares. La altura promedio de los esqueletos era de aproximadamente 2,13 metros. Su antigüedad se calculó en 800 años. Algunos de estos huesos serían enviados al American Investigating Museum de Filadelfia, de donde parece que desaparecieron. Continuando en EE.UU (Glen Rose, Texas), en el lecho del río Paluxy, se hizo un gran descubrimiento paleontológico. Se pusieron al descubierto huellas gigantes de pisadas de 54, 61 cm de largo por 13.97 cm de ancho, pertenecientes a un homínido. Los geólogos concluyeron que el lecho del río correspondía a terrenos del cretácico a fines de la era mesozoica (140 millones de años). Pero lo más curioso del caso es que junto a estas huellas de homínido se descubrieron en el mismo estrato ¡huellas de dinosaurio (brontosaurios)!A 6 km. de Safita (Siria) los arqueólogos hallaron hachas de mano de 3,8 kg. En Ain Fritisa (Marruecos oriental) se descubrieron picos de 32x 22 cm. y 4,2 kg. de peso y hachas de dos filos con 8 kg. Tales dimensiones requerían una buena envergadura para poder utilizar estos instrumentos eficazmente.

En una gruta de Atyueca, cerca de Mangliss (en la antigua Unión Soviética), se encontraron esqueletos de hombres que medían entre 2, 80 y 3 metros. Éstos presentaban seis dedos en sus extremidades. Otros hallazgos científicamente admitidos son el gigante de Java (en el sur de China) y el gigante de China meridional. El primero con una antigüedad de medio millón de años y el segundo también con seis dedos en sus extremidades.


Más recientemente, y en Marruecos también, se han hallado en una cueva de la región de Nador, en el norte del país, restos de tres esqueletos de niños pertenecientes a una raza desconocida de gigantes. Se trata de una zona próxima a las míticas columnas de Hércules, considerada patria del bíblico gigante Goliat.

Ciudad megalítica de Lixus (antigua Libia) se encontraron restos humanos de esqueletos de Homo Sapiens, con edades comprendidas entre los 10 y 12 años y una antigüedad de 20.000 años. Los esqueletos miden aproximadamente 2,25 metros de altura.

Según datos registrados en la misma Biblia, observe como hemos evolucionado y hemos cambiado el tamaño:

a. El tamaño promedio del hombre moderno
6 pies
(Enciclopedia Británica)
b. Goliat (el gigante de la historia de David
9 ó 10 pies
(1 de Samuel 17:4)
c. El rey Og
14 pies
(Deuteronomio 3:11)




Si usted duda del tamaño de estos gigantes, refiérase a 2 de Samuel 21:19, donde leemos:

“Y traía un casco (Goliat, el gigante a quien David mató) de bronce en su cabeza, y llevaba una cota de malla; y era el peso de la cota 5 mil ciclos de bronce…” (¿Saben ustedes cuánto son 5 mil ciclos de bronce? – 57 kilogramos, lo cual al multiplicarlos por 2.2 libras nos da: ¡125.4 libras!. Una persona que se críe comiendo hamburguesas con Coca Cola no puede echarse encima una prenda de vestir cuyo peso sea de 125 libras!

Me encantaría compartir, una historia que me contaron cuando comencé a interesarme sobre estos temas y posteriormente lo leí en un libro que lastimosamente se perdió su nombre en mi memoria, me decían que a los gigantes, que desde luego existían, les gustaba nuestras mujeres y que al embarazarse, como es lógico el bebe que lleva en su vientre era mucho mas grande que nuestra raza y es por eso que la famosa cultura Valdivia de Ecuador las plasmo en su arte con las piernas y rodillas muy gordas, decían que el liquido amniótico les llegaba a las rodillas.

Una vez que he concluido con la exposición, creo que es muy importante y por respeto a ustedes y a la religión que practiquen, esto solo es lo que ustedes quieren que sea, no mas allá, de lo que pretendo, informarles con lujo de detalles un tema.

Agradezco la cooperación y si desean más información:
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